SAN ANDRÉS, ISLA : LAS FINANZAS EN LA PANDEMIA.

Siendo la Gobernación del Departamento el poder de las finanzas del Archipiélago, el ente territorial jamás había tenido tanto dinero presupuestado – ni siquiera en la Edad de Oro del Ex – Gobernador Ronald Housni-. El presupuesto inicial de la Gobernación para la vigencia fiscal del 2020 asciende a la suma de SEISCIENTOS TREINTA Y TRES MIL MILLONES OCHOCIENTOS SESENTA Y UN MILLONES SEISCIENTOS TREINTA Y SESIS MIL SETECIENTOS NOVENTA Y DOS MILLONES DE PESOS. ($633.861.176.496.00).

Pero eso fue así hasta el 24 de marzo, fecha en la cual el Presidente Iván Duque Márquez expidió el Decreto 457, mediante el cual decretó la primera cuarentena en todo el territorio nacional, y es por eso que hoy QUITASUEÑO quiere mostrarles con la lupa cuál es la situación actual del gobierno de las islas.

Respetado lector : Hago una salvedad. Trataré de escribir brevemente para que no se aburra, porque lo qué hay son cifras y números. Finalmente el coronavirus es una pandemia que se mide no solo por la morbilidad y mortalidad, sino también con las cifras, por los efectos económicos, sociales, ambientales y culturales que genera.

El presupuesto -que para simplificar las cifras, consideraré que es en miles de millones de pesos – tiene unas fuentes que lo alimentan. Ellos son los ingresos corrientes, directos e indirectos. Pero también existen unos ingresos nacionales, y otros provenientes de las transferencias que le hace la Nación a la Gobernación y son los que surgen del Sistema General de Participaciones que se destinan a los sectores de educación, salud, saneamiento, cultura y deportes. Y los del Sistema General de participaciones de Propósito General que pueden ser destinados, inclusive, a proyectos de agricultura y vivienda. Existen otros más que miraremos brevemente más adelante.

De esos $633.800 millones -en papeles -el gobierno departamental ingresó a sus arcas durante los tres primeros meses del año, la suma de $118.600 millones, equivalentes al 18,6% del valor total inicial presupuestado. O sea que al Gobierno de las islas le quedarían aún $515.800 millones por recibir y recaudar durante los nueve meses restantes del año. Pero, atentos, porque esos valores podrían ser captados en una situación de relativa normalidad administrativa, que no regresará al ente territorial por mucho tiempo.

De esos $118.600 millones, el gobernador ha ejecutado $48.684 millones, quedándole aún en caja $69.316. Los valores ordenados tienen que ver sobretodo con valores asociados a la nómina de personal, contratos de prestación de servicios, y de remuneración por servicios técnicos, a los que debería poner en semáforo en rojo, por cuanto en el rubro de honorarios, después de haber hecho los compromisos presupuestales, solo le quedan $300 millones, pudiendo aún moverse con la prestación de servicios técnicos con $5.000 millones a su favor. Ni hablar aún de los gastos de inversión porque la mayoría de ellos deberán surgir del Plan de Desarrollo, que muy seguramente afectará el coronavirus.

Pero aún así, el gobernador tiene una de las mejores sorpresas que se reciben cuando las administraciones anteriores han sido ineficientes e ineptas en la ejecución del gasto. Son los llamados “recursos del balance”. Se encuentran en el presupuesto para que el gobernador le de la destinación que considere, unos, y los otros, ya comprometidos, para rehabilitación de vías dentro del Plan Vial, adecuación de espacios públicos, construcción y adecuación de infraestructura para la atención a la primera infancia, atención a los adultos mayores, al fortalecimiento de las capacidades familiares de raizales y residentes, y aquellos grupos con protección especial.

De la caja de sorpresas, le han salido fácilmente, CIENTO SETENTA MIL DOSCIENTOS OCHENTA MILLONES DE PESOS ($170.280.000.000.00), la mitad del presupuesto anual de ingresos y gastos del Departamento, de los cuales se han utilizado QUINCE MIL QUINIENTOS TREINTA Y DOS MILLONES ($15.532.000.000.00), se han certificado, TREINTA Y DOS MIL NOVENTA Y DOS MILLONES ($32.092.000.000.00), quedando por certificar y comprometer “en pulpa”, CIENTO DIECISIETE MIL MILLONES DOSCIENTOS TREINTA Y DOS PESOS, solo en recursos del balance.

El gobernador cuenta además con los recursos del Fondo Educativo Departamental, por valor de $35.322 millones, y del Fondo Nacional de Salud, por valor de $26.340 millones, lo cual le da a la fecha de hoy, la posibilidad de disponer y ordenar la suma de DOSCIENTOS CUARENTA Y OCHO MIL MILLONES DOSCIENTOS DIEZ PESOS ($248.210.000.000), convirtiéndolo en el funcionario con la mayor de las facultades, atribuciones y responsabilidades fiscales del Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

QUITASUEÑO quiere ser reiterativo como un banco de peligro con un faro intermitente. Debe tener muchísimo cuidado. No podemos olvidar que cuando somos elegidos y nos convertimos en ordenadores del gasto, somos siempre sospechosos. Y más aún cuando ondean banderas rojas en centenares de hogares isleños que tienen hambre, sufren dolor y sienten miedo ante la incertidumbre por un futuro que nadie puede predecir.

Los recursos financieros son finitos. Cifras y recursos que parecieran ser inmensos e inagotables, han sido el éxito de pocos, y el fracaso de muchos en un viaje sin retorno.

Solo una «buena motivación» y sabiduría en el manejo de los recursos, harán que el Archipiélago todo se beneficie de lo qué hay, en la más cruel de todas las crisis que han azotado las islas a través de toda su historia.

ADENDA : El próximo miércoles QUITASUEÑO finalizará esta serie con un análisis de la proyección de las finanzas del Departamento; hacia dónde se ha direccionado el gasto, las debilidades y alertas, los grupos menos y más vulnerables, y el rol del gobernador como líder en la recuperación de la economía del Archipiélago.