SE DESMORONA LA CASA LÚDICA DE LA ISLA DE PROVIDENCIA
LA CANCILLERÍA Y LA FUNDACIÓN PANAMERICANA PARA EL DESARROLLO

Casa Lúdica de Old Town en la isla de Providencia. Imágen de Quitasueño.
Las obras ejecutadas por el Estado en la isla de Providencia han servido para dos cosas: La primera, para tratar de lavar conciencias por la incuria, dejadez y abandono. La segunda, para beneficiar a contratistas y entidades foráneas con los dineros públicos destinados a solucionar las necesidades de la comunidad.
La Casa Lúdica de Providencia es otro ejemplo, que junto al Hospital, el Spa, el acueducto, el alcantarillado, la planta de tratamiento, la carretera circunvalar, el Fuerte Warwick, la pretendida expansión del aeropuerto, y muchas más, muestra el comportamiento y, la actitud irresponsable, negligente y descuidada del Estado en estos territorios.
Esta es la historia:

Techo de la Casa Lúdica de la isla de Providencia afectado por la humedad, mala calidad de la madera y comején.
Con el fin de crear ambientes protectores y dignos para los menores a través de la construcción,adecuación, y dotación de espacios que promovieran o complementaran iniciativas de carácter educativo, deportivo y cultural para beneficio de la niñez y la adolescencia, se determinó por parte del gobierno nacional a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, la necesidad de apoyar al Municipio de Providencia y Santa Catalina con la construcción de una Casa Lúdica.
La iniciativa surgió, según boletín informativo de la Cancillería Colombiana del 18 de noviembre de 2011, luego de que el Gobierno Nacional aceptara de forma voluntaria la Resolución 1612 de 2005 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que habla sobre la prevención y la lucha contra el reclutamiento armado infantil. http://www.cancilleria.gov.co/newsroom/news/canciller-holguin-entrego-oficialmente-jovenes-san-andres-casa-ludica-construida-la
Para la ejecución del proyecto se apropiaron dineros a través de la Fundación Panamericana para el Desarrollo “FUPAD”, organización no gubernamental que se afilió en 1962 a la Organización de Estados Americanos (OEA) y cuyos mayores ingresos proceden de donaciones, así como de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), motivo por el cual fue suscrito un documento denominado “memorando de entendimienteo de cooperación técnica entre la Alcaldía Municipal de Providencia y Santa Catalina islas, y la Fundación”, sin fecha, firmado por el alcalde Arturo Robinson Dawkins, y la Representante Legal de la FUPAD para Colombia, Soraya Osorio, en donde la Organización No Gubernamental asume la ejecución del proyecto de manera directa y autónoma.
Esta Fundación se ha caracterizado por desarrollar proyectos de desarrollo de diversa índole en diferentes países de América Latina, con resistencia en Bolivia, de donde tuvieron que salir por las presiones de Evo Morales en el conflicto con los cocaleros del Chapare. En Colombia ha trabajado en proyectos de desarrollo territorial, grupos poblacionales y fortalecimiento institucional, entre otros, de los cuáles no conocemos sus resultados.
En el proyecto de la isla de Providencia, hay quienes afirman que el costo de la obra fue la suma de cinco mil millones de pesos ($5.000.000.00); pero la FUPAD estima el valor total de la edificación en dos mil setecientos sesenta millones ($2.760.000.000.00), sin contar ochenta y tres millones adicionales ($83.000.000.00) que fueron invertidos para la dotación del centro, lo que equivale a un costo total de dos mil ochocientos cuarenta y tres millones de pesos ($2.843.000.000.00).

Grupo musical juvenil practicando para las festividades del mes de junio.
Finalizadas las obras de construcción y dotación en lo que anteriormente fuera la Escuela Santa Teresita de la isla, se suscribió el 15 de mayo de 2015, un acta de transferencia de obras civiles, entre el Alcalde de Providencia, Arturo Robinson Dawkins, y la FUPAD, a través de su representante legal para Colombia, Soraya Osorio.
Como se puede observar en las imágenes fotográficas tomadas por QUITASUEÑO, la obra realizada es una demostración de la pésima calidad de los materiales utilizados, las fallas constructivas, la falta de una adecuada supervisión y el irrespeto hacia los Providencianos, a quienes les asiste el derecho de recibir el producto de las contrataciones en su territorio, cumpliendo con los estándares de calidad y fines para los cuales fueron diseñados.
Quienes han tenido que convivir con las anomalías de la edificación y han sido testigos de lo que en ella ocurre, relatan las inundaciones cuando cae un aguacero; “Llueve más adentro que afuera”, afirmó un funcionario del gobierno, al ser interrogado. El daño del cielo- raso y de las instalaciones eléctricas, el desprendimiento de las baldosas de los pisos interiores, así como de la rampla exterior que conduce hacia el segundo piso, evidencian una obra realizada con los peores estándares de calidad.
A todo lo anterior se suma la destrucción de la edificación por el comején, el cual abunda en los diferentes espacios exteriores, devorando con avidez y rapidez la madera prensada y de pésima calidad con la cual fue construida y, el aula principal del centro se encuentra cerrada, humedecida, sin ventilación ni energía.

Madera de la Casa Lúdica notablemente afectada por la infestación del comején-

Lo peor de todo es el hecho de haber sido recibida la obra lúdica por parte del Alcalde Robinson Hawkins con unas condiciones absolutamente abusivas y exorbitantes para la comunidad de Providencia, en donde la Fundación Panamericana para el Desarrollo, FUPAD, no asume ningún tipo de responsabilidad proveniente del uso o actividades que se deriven del objeto de entrega, en virtud del acta que suscribieron de transferencia de activos , obras civiles y adecuaciones, por lo que de presentarse alguna reclamación – se expresa en el acta – esta será asumida en su integridad por el Municipio.
Tristeza y pena causa el tratamiento del Estado con este tipo de prácticas en la contratación de las obras, frente a comunidades pequeñas y vulnerables que se constituyen en una prueba fehaciente de la forma como opera el poder indolente y soberano a través de sus agentes en estos territorios insulares, que merece ser investigado y castigado por los entes competentes.
Es conocido por muchos que este tipo de Fundaciones gozan de prerrogativas de parte del estado colombiano en el manejo de la información, la cual en la mayoría de los casos es manejada bajo el manto de la reserva, sabiendo que hasta entidades de control como la Contraloría General de la Nación, han tenido dificultades de acceso a la información detallada de los costos de un proyecto.

Le compete al actual alcalde de la isla, Bernardo Bent Whatson, reclamar y hacer valer los derechos de su comunidad – lo cual ha hecho – y solicitar el levantamiento de la reserva, para saber con certeza cómo fueron ejecutados los recursos, garantizando la continuidad y permanencia de los programas que a pesar de los múltiples inconvenientes, siguen siendo promovidos por la alcaldía, tales como las prácticas de patinaje, basketbol, fúltbol, manualidades, danzas y música típica y las clases de guitarra.

Aula de la Casa Lúdica con el piso deteriorado por los aguaceros torrenciales que caen en su interior.

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